Esto va escrito a una persona que sé que se pasa por este pequeño rincón y a veces me escribe, y, aunque no me escriba, sé que lee lo que yo escribo y con eso tengo suficiente; una vez me dijo: «no dejes nunca de escribir, pues lo haces muy bien», y desde aquí yo le digo que tampoco lo deje de hacer ella, porque sumándose esto a la cantidad de cosas que hace bien -y que por cierto, no son pocas -, sería una pena que las páginas de su libreta dejaran de contemplar sus escritos. Des de aquí también le digo, gracias por escribirme algo que me escribió y que me dio una noche de agosto, aunque el escrito no lo hubiese acabado (pero estoy segura de que algún día lo hará). Por eso, a ti, te dedico este poema que descubrí hace poco, aunque lleva mucho tiempo escrito - las cosas de la vida -, ni mucho menos pienses que es mío, sólo faltaba, pero es que hace referencia a una de las cosas que más nos unen, las palabras, y creo que éstas nos seguirán uniendo por mucho tiempo...

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero

http://www.poesia-inter.net/canc0065b.htm (si hacéis click aquí, podreis escuchar la versión cantada de Paco Ibáñez; yo lo recomiendo)