viernes, 6 de junio de 2008

Supongo que son cosas de la edad...


Hecha polvo. Este día tenía que llegar- en realidad ya ha llegado muchas veces, aunque no lo haya escrito-, pero entre melodías de bachata de los comensales del restaurante peruano justo enfrente mío, tengo que escribirlo. Como una canción desesperada, más que la canción desesperada de Neruda, mucho más. Mis labios siempre sellados, nunca expresan el fastidio- por no ponernos melodramáticos- que pueden sentir mis ojos y otras partes de mi cuerpo cuyos nombres no diré cuando lo vi por primera vez (o cuando lo escuché), cuando un leve pero durísimo cosquilleo notaban primero mi estómago, y luego mis piernas, mis brazos, mi cara, y otra vez otras partes que no diré; también cuando se dirigía hacia esa persona en transición, mi ego más absurdo que no acertaba a decir ninguna palabra con sentido cuando tenía que dirigirse a él; solo una estúpida- pero feliz- risa se escapaba y traicionaba el subconsciente de mi ego. Han sido tantos, tantos egos algunos lejanos, otros más cercanos los que hicieron reír a mi ego, que se puede decir que mi ego no tiene nada que envidiar a Bécquer.


Y dejémonos de egos. Hace algunos días, una semana y media aproximadamente, junto con algunos seres felices y adorables con los que he compartido enseñanzas durante dos años, y a los que aprecio con gran sinceridad, hablábamos sobre qué era el amor para nosotros; pero, no puede ser! He dicho amor? Palabra tabú para algunos, yo puedo decir que para mí no lo es. Como el mundo está dominado por la ciencia, el amor es una reacción química; qué frialdad tienen algunos al decir que es una reacción química; eso ya lo sabemos todos, hombre, pero, dejadnos vivir en nuestro mundo de yuppie y cuando sintais el cosquilleo que primero te toca el estómago (algunos dicen que son mariposas, pero a mí me da igual, como si son gusanos...)y después las piernas, los brazos, la cara, y otras partes que vuelvo a reiterar que no diré, tú ya no sabrás ni siquiera qué es una reacción química; solo tendrás tiempo para aprender a acertar el color de unos ojos a 30 metros de distancia, a fijarte en cada punto de cierta anatomía...al fin y al cabo, no deja de ser ciencia, no?

Esto no es poesía, esto es un ensayo, un ensayo desesperado; como le pasaba a Pablito
« Como todas las cosas están llenas de mi alma/emerges de las cosas, llena del alma mía./Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,/y te pareces a la palabra melancolía;»

Aunque Pablito nunca me había llamado del todo la atención, entiendo que hay a veces que lo necesitamos; menos mal que aún está, porque sino no podría justificar la tesis de mi ensayo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

conozc esas melodias de bachata de los panxitos
(con cariño i desdel respeto q supone poder llegar a dpender d tods ellos algun nomuilejano dia)
i la verdad sq la musicalidad d "ls d enfrente" no es mui.. digamos inspiradora no obstant aqi stoi io scribirnd a nas linias q an surgido de ese ambiente i entre el mio propio bsad en ls gritos de mi ermano-q a veces me cae mal ( i sta s una d ellas.. xo d nuev dsdl cariño i rspeto..xd )



sigue scribiend te lo agradeceré.... ;)


un bso te d vainilla *

Asterion dijo...

Siento haber tardado tanto en decidirme a escribir. Y todavía aún no lo haría. Porque no sé qué decirte. El aamor es lo mejor y lo peor que puede sentir el hombre.

Te odiaré siempre que viva, | te amaré después de muerto, | y quién sabe si algún día | te odiaré como te quiero.

Un beso, y sigue escribiendo

La vida es un teatro dijo...

merci por escribir, tanto a la del beso de vainilla como al de los versos de Neruda; próximo objetivo: Periodismo jeje

Asterion dijo...

Esos versos son míos, más quisiera que se pareciesen a los de Neruda.

Un beso

La vida es un teatro dijo...

a mi también me pasó con el poema que le escribí a mi prima Julia, que todo el mundo piensa que es de José Agustín Goytisolo (como es catalán y encima de Barcelona, como yo...), y en verdad es mío. aishh, las cosas de la vida...