viernes, 20 de noviembre de 2009

«El hombre es un lobo para el hombre»

A veces nos preguntamos cómo puede un ser humano crearnos tal malestar que te impida realizar tus actividades diarias, tus hábitos y costumbres. Eso es así, y siempre hay gente que nos va a molestar y que nos dirá que son mejores que tú. El problema es que la gilipollez existe y es y está presente en personas con las cuales me tengo que cruzar en el día a día. Cuando una cosa ya no te satisface mucho y para colmo tienes que cruzarte con personas que te satisfacen aún menos, qué significa que tienes que hacer? Pues aguantarte, supongo...
Y ese aguante tiene que ir augmentando, porque la gilipollez también augmenta por momentos y no puedes petar..
En fin, yo diariamente me cruzo con seres vacíos, podridos por dentro (y por fuera, todo se contagia), y muchas veces no sé cómo enfrentarme a eso, no sé como hacer oídos sordos a impertinencias constantes que contaminan mi día a día, y hacen que éste sea más pésimo. Y como no lo sé, tendré que seguir buscando y buscando a ver si encuentro algo que valga la pena para seguir pa' alante, como se dice.
Mientras tanto, un tema que me recuerda a alguien que no me amarga la vida, sino que a veces me la endulza.
Corre dijo la tortuga, atrévete dijo el cobarde,
estoy de vuelta dijo un tipo que nunca fue a ninguna parte.
Sálvame dijo el verdugo, sé que has sido tú dijo el culpable.
No me grites dijo el sordo, hoy es jueves dijo el martes
y tú no te perfumes con palabras para consolarme
déjame sólo conmigo,
con el íntimo enemigo que malvive de pensión en mi corazón,
el receloso, el fugitivo, el más oscuro de los dos,
el pariente pobre de la duda.
El que nunca se desnuda si no me desnudo yo,
el caprichoso, el orgulloso,el otro el cómplice traidor.
A ti te estoy hablando, a ti,
que nunca sigues mis consejos,
a ti te estoy gritando, a ti, que estás metido en mi pellejo,
a ti que estás llorando ahí, al otro lado del espejo,
a ti que no te debo, más que el empujón de anoche
que me llevó a escribir esta canción.
No mientas dijo el mentiroso, buena suerte dijo el gafe,
ocúpate del alma dijo el gordo vendedor de carne,
pruébame dijo el veneno, ámame como odian los amantes.
Drogas no, dijo el camello, cuanto vales dijo el ganster,
apunto de rendirme estaba a un paso de quemar la naves,
cuando al borde del camino,
por dos veces el destino que hizo un guiño en forma de labios de mujer.
Nos invitas a una copa, yo te secaré el sudor,
yo te abrazaré bajo la ropa.
Quien va a dormir conmigo, ni lo sueñes contestó,
una indignada, y otra encantada no dijo nada y sonrió

1 comentario:

Unknown dijo...

No cal que et digui que t'entenc totalment, que comparteixo la teva reflexió fins a la última coma i que aquí em tens per parlar de tant en tant, oi?
Un petó Isa!